Estuve con el juez Francisco Serrano 2ª

La mujer con la camisa verde que ponía "custodia compartida ya" vitoreaba al juez con fervor,hasta yo, que soy bastante desganado para este tipo de cosas, me levanté y aplaudí,la ocasión lo merecía y el juez también.Estamos ante un hombre valiente y una excepción en este país de gente cobarde y apesebrada.Aparte de Serrano sólo una jueza María Sanahuja ha levantado la voz,en fin que añadimos el cobarde a mi continúa retahíla de hombres mansos y dóciles.La mujer con la camisa verde no pudo aplaudir,abrazaba a un niño de pocos meses de edad que según nos contó posteriormente era fruto de una relación anterior de su actual compañero,relación con demandas de por medio y denuncias falsas. Abogados,jueces,separados,"apaleados"por la mentira,feministas de diferentes tipos, ese era el público que con más o menos atención escuchaba al Juez de Familia.Mientras aplaudía tuve la curiosidad de ver quién no lo hacía,así que giré mi cabeza hacia todos lados.Efectivamente como suponía algunas mujeres ni se inmutaron.El juez nos "ametralló" con un discurso fácil y archisabido por él,lo guardaba todo en su retina,todo estaba registrado con exquisito orden en su cerebro.Nos contó montones de anécdotas ,ejemplos de denuncias falsas.En su relato se pasaba de un falso agresor a una mujer despechada con ganas de revancha,con la inquina en la bilis,incitada por el afán de negocio del letrado de turno.Yo sentía cierta desazón en la sala,estaba incomodo.Algo que era tan evidente en algunas mentes,era un desierto en la mayoría.A unos cuantos "cobardes" les he explicado esto que nos documento el Juez Serrano,ellos medrosamente se deslizaban hacia alguna coartada o excusa.Nos contó el caso de un hombre con parálisis total en el 86% de su cuerpo,fue denunciado por agresión con un martillo,el hombre apenas podía mover los dedos de la mano.Le lancé varias miradas inquisitivas a una mujer con pegatina que no paraba de hablar, de interrumpir,la mande callar con un gesto-ante la sorpresa de los que me rodeaban-ella me contestó "no me da la gana"; a los cinco minutos la mujer salió de la sala.Dos mujeres de pelo corto,vestidas de manera muy discreta, sin rastro de maquillaje no paraban de tomar notas.El juez Serrano acabó su conferencia y comenzamos un debate con testimonios de hombres denunciados y condenados.