domingo, 24 de enero de 2010

Hombres idiotas,estúpidos e ingenuos.

Me cuentan tres historias,tres ejemplos verídicos de los miles similares que pasan todos los días.La primera me la narra el empleado de un vegetariano que suelo frecuentar,me cuenta que el compañero que se encarga de la cocina recibe la compañía de su "amiga" una vez al mes.La visita la hace coincidir con la entrega del sobre mensual,casualidades de la vida.Ya adivinan que ese sobre cambia de manos ese mismo día,pero lo más curioso del asunto es que ni están casados,ni viven juntos.Según comenta quién me cuenta la historia,la mujer se gasta en sus cosas un 70% de lo que le da,el resto lo comparte con él.Este calzonazos para seguir "tirando" no duda en pedir prestado dinero a sus compañeros o reclamar el dinero del bote cada día.

La segunda historia me la cuenta un amigo:Su casa la reformaron un maestro albañil y un peón,este último vivía con la hija de aquel.Según mi amigo la muchacha era un "bombonazo",su novio hizo una casa con todos sus ahorros y con la ayuda de sus padres,la construyó al lado de la de su suegro en un espacio que le cedió éste último.El muchacho no tuvo la precaución de requerirle la donación o cesión del terreno por medio de documento público o privado,se fió y empleo recursos,dinero y trabajo sin seguridad jurídica.Pasó que el"bombón" salió con sus amigas un sábado por la noche y conoció a un mulato venezolano,ahí se acabó la historia con el peón.A la semana el "criollo" se había instalado en la casa y el muchacho perdió sus ahorros,novia y casi la vida.Malvive vendiendo electrodomésticos,mi amigo le compró un microondas para ayudarle y además le sirvió de paño de lágrimas.

Le pregunté a una vecina por su hijo,ya que desde hace un tiempo le había visto huidizo y muy metido en su faceta de "atleta" de fondo.Su madre me contó a regañadientes que se había separado,un día cualquiera del año pasado su nuera se cansó,alegando que se sentía deprimida y prefería separarse.De la misma manera que el caso anterior,el hombre tuvo que largarse de su casa,construida con su dinero en un 90% en palabras de la madre y no se rían.....hecha en un terreno del padre de ella.No se como ha quedado la cuestión,si hay reconocimiento por parte de ella de la inversión de su marido,pero me temo que no, según deduje de las palabras de la señora,que repitió la palabra chalet varias veces.Un apunte,el protagonista de esta historia no era un peón de albañil,su profesión es la de piloto de avión.

1 comentario:

  1. Cuantas injusticias están sufriendo los hombres.
    La ley ha de cambiar , al menos eso espero por el bien de mis dos hermanos.
    Saludos !!!

    TOÑA

    ResponderEliminar